Una sola decisión desató un caos global. El anuncio de Donald Trump sobre la imposición de nuevos aranceles generó un torrente de reacciones y consecuencias en los mercados internacionales.
El S&P 500 se desplomó un 4,84%, marcando su peor día desde mediados de 2020. El Dow Jones cayó un 3,98%, y el Nasdaq sufrió una caída del 5,97%, su mayor desplome desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020.
El dólar global vivió su peor caída diaria desde noviembre de 2022, reflejando el pánico que invadió los mercados financieros. Las bolsas de América abrieron en rojo, con excepción de los mercados de México y Chile, que lograron operar en terreno positivo.
Grandes empresas de Estados Unidos vieron cómo sus acciones se desplomaron, como Nike perdiendo más de un 13%, y Amazon, y Apple cayendo cerca del 9%.
Stellantis, el gigante automotriz dueño de Jeep y Ram, anunció una pausa temporal en sus operaciones en México y Canadá debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos mientras sigue evaluando el impacto de la medida.
En contraste, una buena noticia: el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, informó que la sede global de Volvo en Suecia decidió aumentar la inversión programada para la planta de Ciénega de Flores, en Nuevo León, pasando de 700 a mil millones de dólares. De esta manera, la planta, que se encargará de la producción de camiones de carga, iniciará operaciones en 2026.
Los líderes de diversos países del mundo no dudaron en salir a enfrentar la nueva decisión con la cabeza en alto:
Canadá no tardó en responder, imponiendo aranceles del 25% a los autos fabricados en Estados Unidos como represalia.
“Rechazó cualquier intento por debilitar Canadá, de quebrarnos… para que Estados Unidos pueda dominarnos”, declaró el Primer Ministro de Canadá, Mark Carney.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, advirtió que los aranceles perjudican a todos y que están listos para responder.
“Los aranceles perjudicarán a los consumidores de todo el mundo. Se sentirá de inmediato. Habrá facturas de supermercado más altas. Los medicamentos y el transporte costarán más”, explicó.
China también se mostró firme, anunciando contramedidas para defender sus intereses, y pidiendo a Washington cancelar la medida:
“China rechaza esta decisión. Y hará todo para defender nuestros derechos legítimos”, afirmó Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
La industria automotriz alemana se unió a las críticas, afirmando que estas medidas solo “crearían perdedores”. Francia, por su parte, suspendió inversiones en Estados Unidos como respuesta tajante a la política arancelaria de Trump.
“La decisión de ayer fue tanto brutal como infundada”, declaró el Presidente de Francia, Emmanuel Macron.
El tema de la semana es claro: aranceles y Trump. Y el deseo es aún más claro: que Trump controle sus impulsos y evite tomar decisiones tan drásticas.