El 30 de mayo, una joven turista serbia, Tijana Radonjic, de 19 años, perdió la vida al caer desde más de 50 metros de altura mientras practicaba parasailing en Budva, Montenegro. La actividad, que implica volar sujetado a un paracaídas remolcado por una lancha, terminó en tragedia cuando Radonjic sufrió un ataque de pánico mientras estaba en el aire. En un video que se hizo viral, se puede ver cómo la joven grita desesperada para que la bajen, antes de desabrocharse el arnés de seguridad y caer al mar Adriático.
Radonjic, quien se encontraba de vacaciones, había aceptado un vuelo gratuito ofrecido por un operador local como parte de un video promocional para atraer turistas. A pesar de ser rescatada rápidamente, los servicios de emergencia confirmaron su muerte al no encontrar signos vitales tras el impacto.
Las autoridades montenegrinas investigan las causas del accidente, que podrían incluir un ataque de pánico o una falla en el equipo de seguridad. La empresa que operaba el parasailing está siendo revisada por posibles fallos en sus protocolos. Este trágico suceso ha reabierto el debate sobre los riesgos de este tipo de actividades recreativas y la importancia de seguir estrictos procedimientos de seguridad.