Carolina López Soto | El Heraldo de México
María Fernanda Benítez, una adolescente de 17 años que se encontraba embarazada, había sido reportada como desaparecida el pasado martes 27 de mayo, sin embargo, cinco días después, el cuerpo calcinado de Fernanda fue encontrada en un terreno baldío de la ciudad de Coronel Oviedo, en el departamento de Caaguazú en Paraguay.
El caso ha sido catalogado como feminicidio y ha encendido la alarma nacional sobre la violencia de género. Las primeras investigaciones apuntan directamente a su pareja sentimental, un joven identificado como Bernardo, y a una amiga cercana de Fernanda, quienes son los principales sospechosos del crimen. Ambos están siendo investigados por su posible implicación en el hecho.
El médico forense Pablo Lemir, a cargo de la necropsia, reveló que María Fernanda Benítez presentó intoxicación por monóxido de carbono, es decir, que aspiró el humo del fuego que ocasionó su deceso por lo que presuntamente la joven se encontraba viva cuando fue calcinada.
El padre de la menor asesinada, Leonardo Benítez, indicó a los medios locales que compañeras de Fernanda manifestaron que aparentemente ella estaba embarazada y que junto con su novio fueron hasta una farmacia de la zona donde se practican abortos ilegales. Aparentemente, el resultado del aborto no fue lo que esperaban y la joven se sintió mal, terminó falleciendo en la vivienda del padre del adolescente. Entonces, llevó el cuerpo hasta el baldío que está frente a su casa, donde intentó quemarla, sin embargo, solo el 70 por ciento de su cuerpo se calcinó, por lo que pudieron identificar a la adolescente ya muerta.