De ser amigos y colaboradores, pasaron a ser enemigos. La historia comienza cuando Donald Trump otorgó un cargo de asesor al dueño de Tesla, Elon Musk, dentro de su gobierno. Todo marchaba bien y su compañerismo era evidente.
Sin embargo, comenzaron a surgir señales de un posible quiebre en la relación cuando Musk empezó a criticar la reforma fiscal impulsada por Trump. Luego vino otra noticia que captó la atención de la opinión pública: Elon Musk anunció que se retiraría de la política y se enfocaría en sus negocios.
Aun así, todo parecía concluir en buenos términos. Incluso el presidente de Estados Unidos cerró el ciclo con un gesto digno y respetuoso hacia quien hasta ese momento había sido su amigo y colaborador: le obsequió una llave como símbolo de agradecimiento por su tiempo y servicio al gobierno.
“El 90% del país sabe y valora lo que has hecho. De hecho te entregaré una llave, que solo se la doy a personas muy especiales”, comentó el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Pero este miércoles reventó la bomba y todo cambió. Elon Musk fue quien inició esta guerra declarando que el proyecto de ley fiscal de Trump es una “abominación repugnante”.
Ante estas declaraciones, el presidente de Estados Unidos se declaró decepcionado por la actitud de Musk y explicó lo que, según él, podrían ser las causas del enojo de su excolaborador.
“No tenía ningún problema con ello, pero de repente tuvo un problema. Y lo tuvo cuando se enteró que íbamos a recortar el mandato de los vehículos eléctricos, porque son billones y billones de dólares. Y es realmente injusto”, subrayó.
Trump agregó que la actitud del dueño de Tesla también podría deberse a que Musk había recomendado a una persona cercana para dirigir la NASA, pero su propuesta fue rechazada.
En medio de estas declaraciones, Musk decidió responder de manera inmediata a través de su propia red social, X.
“Mantén en el proyecto de ley los recortes a los incentivos para vehículos eléctricos y energía solar, pero elimina la MONTAÑA de GASTOS ASQUEROSOS del proyecto de ley”, escribió.
También, declaró que era falso que él conociera el proyecto fiscal de Trump, argumentando que este se aprobó a pesar de que casi nadie en el Congreso lo había leído.
Como cereza del pastel, Musk afirmó que Trump es un ingrato, pues, según él, sin su ayuda, jamás habría llegado a la presidencia.
Trump no tardó en responder. Lo hizo con dos publicaciones en las que no solo descalificó al empresario, sino que también lanzó una clara amenaza: dijo que podría retirar los subsidios y contratos gubernamentales a las empresas de Musk. Este mensaje declaró la guerra de manera directa y contundente.
“Es hora de soltar la bomba”, fueron las palabras que escribió Elon Musk tras esta tajante respuesta…
Fue entonces cuando, a través de la red social X, el dueño de Tesla afirmó que Trump aparece en los archivos de Epstein, cuyos documentos son evidencias relacionadas con una red de tráfico sexual de menores. Esa es la razón por la cual dichos documentos no se han hecho públicos, agregó.
“Que tengas un buen día.” Con estas palabras, el magnate, y poco político, Elon Musk cerró, por ahora, la disputa.
La próxima respuesta o jugada de Trump, tendrá que pensarla bien, porque al parecer, también tiene mucho que perder.