A las 11:24 hora local del 2 de junio de 2025, el Monte Etna, el volcán más activo de Europa, produjo una erupción espectacular, expulsando una densa columna de ceniza y humo a varios kilómetros de la atmósfera.
Esta erupción se caracterizó por una intensa actividad estromboliana, efusión de lava y un flujo piroclástico.
Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia (INGV), la erupción se originó en el cráter sureste, uno de los respiraderos de la cumbre más activos de los últimos años.
El satélite Sentinel-2C de Copernicus capturó una imagen de la zona a las 09:40 UTC, pocos minutos después del inicio de la erupción.
A la izquierda, la imagen en color natural muestra claramente una densa columna de ceniza en la zona del cráter de la cumbre, parcialmente oculta por una nube de pirocúmulos que se desplaza hacia el oeste, rumbo al interior de Sicilia.
A la derecha, una composición en falso color con canales infrarrojos de onda corta revela la intensa firma térmica de los flujos de lava activos que descienden hacia el Valle del Bove.
Los datos de Copernicus son clave para el seguimiento de la actividad volcánica global, ayudando a las comunidades a evaluar los peligros, apoyar las operaciones de respuesta a emergencias y monitorear los cambios a largo plazo en los paisajes.
Con información de Unión Europea, imágenes Sentinel-2 de Copernicus