Al menos 163 mujeres fueron violadas y quemadas vivas el pasado 27 de enero durante la fuga de más de 3 mil presos de la cárcel central de Goma después de que esa ciudad del noreste de la República Democrática del Congo (RDC) fuera tomada por el rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), según un informe de la misión de paz de la ONU en ese país.
Este viernes, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU decidió iniciar una investigación sobre posibles atrocidades en el Congo, donde una ofensiva de los rebeldes del M23 y las tropas ruandesas avanza en el este del país.
El proyecto de resolución presentado por la República Democrática del Congo fue adoptado al término de una sesión extraordinaria, informó el presidente del Consejo conformado por 47 países.
El grupo rebelde M23, apoyado por el ejército de Ruanda, continuó el jueves su avance en el este del país, pese a los llamados a la paz de la ONU.
El informe de la misión de la ONU, remitido a EFE, contiene alegaciones presentadas por el Gobierno congoleño ante el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW, en sus siglas en inglés) en Ginebra.
En esa comparecencia, la ministra congoleña de Derechos Humanos, Chantal Chambu Mwavita, señaló que la ofensiva del M23 provocó “la fuga de más de 3 mil prisioneros de la prisión central de Goma” y “violaciones de 163 mujeres detenidas en la prisión a las que se les prendió fuego mientras estaban vivas”.
La cárcel, que fue incendiada, tenía recluidas a “muchas personas condenadas por violencia sexual contra mujeres”, subrayó Mwavita, de acuerdo con el citado informe.
Aparte de la muerte de las 163 reclusas, la evasión causó la “proliferación de armas ligeras”, así como “saqueos de edificios legales, ataques a mujeres que defendían a mujeres víctimas de violencia y el bombardeo del hospital materno de Goma, que provocó la muerte de mujeres embarazadas y mujeres que acababan de dar a luz”, dijo la ministra ante el CEDAW.
Los esfuerzos para proteger a las víctimas de la violencia sexual, concluyó, “se vieron socavados por el aumento de los ataques del Ejército ruandés y el M23, que habían intensificado sus esfuerzos militares y ataques contra civiles”.
El M23 tomó Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, tras días de intensos combates con el Ejército de la RDC y sus milicias aliadas que han causado casi 3.000 muertos y cientos de miles de desplazados, según cifras de la ONU.