El mindful eating o “alimentación consciente” es una práctica que busca devolverle sentido al acto de comer. En lugar de hacerlo por costumbre o mientras revisas el teléfono, esta técnica invita a disfrutar cada bocado, reconocer las señales del cuerpo y observar tus emociones al momento de comer.
De acuerdo con el Center for Mindful Eating, esta práctica ayuda a prevenir los atracones, mejorar la digestión y desarrollar una relación más sana con la comida. Al comer conscientemente, tu cerebro tarda menos en registrar la saciedad, lo que te permite disfrutar sin excesos. También enseña a diferenciar entre el hambre física y el hambre emocional, algo que suele confundirse cuando comemos por ansiedad.
Incorporar el mindful eating no requiere grandes cambios: basta con apagar pantallas, comer más despacio y agradecer el alimento antes de empezar. Estos pequeños pasos hacen que la comida deje de ser solo una rutina para convertirse en un momento de conexión y autocuidado.
Por Paco Corral
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