¿Sabías que los castillos reales de princesas de Disney no son sólo producto de la imaginación? De hecho, con motivo de su centenario, Disney reveló los verdaderos lugares que inspiraron sus películas más emblemáticas. Desde el majestuoso Castillo de Neuschwanstein que dio vida al castillo de La Bella Durmiente (1959), hasta la imponente fortaleza de Akershus que se transformó en el reino de Arendelle en Frozen (2013).
Estos castillos reales, con siglos de historia, han servido como lienzo para algunos de los cuentos más queridos del cine animado. Por ejemplo, el Alcázar de Segovia se convirtió en el hogar de Blancanieves, mientras que el Castillo de Chambord del siglo XVI inspiró el escenario mágico de La Bella y la Bestia (1991).
Los castillos reales que inspiraron los castillos de princesas de Disney
Los castillos que inspiraron las películas de Disney tienen historias fascinantes que van más allá de la pantalla. Meredith Cohen, investigadora de arquitectura medieval y profesora de Historia del Arte en la UCLA, ha estudiado detalladamente estos monumentales edificios.
El Alcázar de Segovia: Blancanieves
Construido en el siglo XII, sirvió como inspiración para el castillo de Blancanieves (1937). Este imponente monumento español, reconocido por su forma característica similar a la proa de un barco, se encuentra estratégicamente ubicado en lo alto de un terreno rocoso.
Además, fue la residencia más emblemática de los Reyes Católicos, desde donde Isabel la Católica salió para ser proclamada reina de Castilla.

Castillo de Neuschwanstein: La Bella Durmiente y Cenicienta
En Alemania, este majestuoso castillo, encargado por Luis II de Baviera en 1869, inspiró dos icónicos castillos de Disney: el de La Bella Durmiente (1959) y el de Cenicienta (1950). Este palacio, sin embargo, nunca fue disfrutado por su creador, quien falleció antes de su culminación.

El castillo suizo de Chillon: La Sirenita
Situado a orillas del lago Lemán, dio vida al castillo del Príncipe Eric en La Sirenita (1989). Durante siglos, esta excepcional fortaleza medieval del siglo XIII funcionó como punto estratégico para controlar el tráfico marítimo y la ruta hacia Italia.

Fortaleza de Akershus: Frozen
Para el castillo de Arendelle de Frozen (2013), Disney se inspiró en esta fortaleza cerca de Oslo, un castillo medieval construido a finales de la década de 1290 por el rey Haakon V para proteger la capital de Noruega.

Mont-Saint-Michel: Enredados
Este es más que evidente. Como un spot must en cualquier viaje por la costa norte de Francia, Mont-Saint-Michel tenía que inspirar un castillo de princesas. Castillo de Corona en Enredados (2010) tomó elementos de este ícono.

Castillo de Chambord: La Bella y la Bestia
El palacio de La Bella y la Bestia (1991) encuentra su gemelo real en el Castillo de Chambord, el mayor château del Valle del Loira.

Eilean Donan y Dunnottar: Valiente
El castillo de DunBroch en Valiente (2012) se basó en estas dos fortalezas escocesas.

Taj Mahal: Aladdin
El palacio del sultán en Aladdin (1992), aunque inspirado evidentemente en el inconfundible Taj Mahal, presenta una fusión única de elementos arquitectónicos de diversas culturas.

Secretos arquitectónicos revelados
La arquitectura de los castillos de Disney refleja una mezcla fascinante entre realidad histórica y fantasía creativa. Los arquitectos y diseñadores del estudio han desarrollado técnicas específicas para transformar estructuras históricas en palacios mágicos.
Una característica notable es la adaptación de las proporciones arquitectónicas. Por ejemplo, el Castillo de Neuschwanstein, aunque imponente en la realidad, fue rediseñado para La Bella Durmiente con torres más altas y delgadas, creando una silueta más estilizada y fantástica. Asimismo, el Alcázar de Segovia mantiene su distintiva forma de proa, aunque en la versión animada de Blancanieves las torres se elevan más hacia el cielo.

Los diseñadores de Disney también modifican elementos estructurales para aumentar el dramatismo visual. En el caso del Castillo de Chambord, base para La Bella y la Bestia, añadieron gárgolas adicionales y ventanales más grandes para crear un ambiente más gótico y misterioso. El Mont-Saint-Michel, inspiración para Enredados, fue adaptado con una arquitectura más vertical y luminosa para reflejar la personalidad de Rapunzel.
Los colores juegan un papel fundamental en estas transformaciones. Mientras los castillos reales suelen mostrar tonos naturales de piedra, sus contrapartes animadas incorporan paletas cromáticas específicas que reflejan la narrativa de cada película. El castillo de Arendelle, basado en la fortaleza de Akershus, utiliza tonos azules y blancos para enfatizar el tema del hielo en Frozen.