Todos hablamos de “dejar de sobrepensar”, pero nadie explica que es un proceso activo. El cerebro tiende a repetir pensamientos cuando siente incertidumbre; es su forma de intentar encontrar control. Por eso cortar el sobreanálisis no se trata de “pensar menos”, sino de redirigir tu enfoque.
Una de las técnicas más útiles es el “ancla presente”: respirar profundo, identificar lo que tienes alrededor y nombrar mentalmente lo que ves o escuchas. Parece simple, pero interrumpe el bucle mental. También ayuda poner un límite: si un pensamiento aparece más de tres veces sin solución, se escribe en una nota y se suelta.
No es magia: es entrenamiento. Con práctica, el cerebro aprende a no convertir cada duda en una tormenta.
– Por Paco Corral
Nos vemos en Giros Puebla, de lunes a viernes de 11 am a 1 pm
