Rossano Ferretti no tiene pelos en la lengua a la hora de hablar de cabello y sus cuidados. Nacido en una familia dedicada a la barbería y a la peluquería, puede presumir (y presume) de haber construido un imperio mundial en el sector capilar: inventó el corte de cabello invisible –una técnica de corte a la medida en el que se trabaja con las tijeras en vertical siguiendo la caída natural de cada cabello y por el que ha llegado a cobrar 1500 dólares–; tiene spas capilares repartidos por todo el mundo y una afamada línea de productos para el pelo basada en la esencia de su filosofía: cuidar el cabello como cuidamos la piel (damos fe de que funciona).
Tal y como él mismo dice, practicaba el balayage hace 40 años cuando nadie hablaba de esta técnica e inventó el concepto de spa capilar mucho antes de que se convirtiera en moda en 2024. En su discurso no hay medias tintas. “Cuando en una peluquería no te entiendan, es mejor irse de ese salón. No son las clientas las que tienen que saber explicar bien lo que quieren, sino el peluquero quien debe entender su cabello”, dice durante un encuentro en petit comité con periodistas de belleza en su última visita a Madrid, donde nos presenta sus nuevos productos para cabellos teñidos.
“Si un peluquero te pasa el cepillo redondo con el pelo muy mojado para darle forma, no es un buen peluquero”, dice en otro momento regalándonos otra perla, de esas que siempre tendrás en mente cuando te sientes de nuevas en el sillón de una peluquería.