La mañana del 28 de mayo de 2025 se vio empañada por la noticia de la muerte de la influencer serbia Tijana Radonjic, de 19 años, quien participaba en un vuelo en parapente en la costa de Budva, Montenegro. Radonjic había sido invitada por una compañía local de turismo para grabar material promocional en el que apareciera disfrutando de las espectaculares vistas del mar Adriático desde las alturas. Según relatan testigos, todo marchaba con normalidad hasta que, flotando a unos 50 metros sobre el nivel del mar, Tijana mostró síntomas de agitación. En un momento repentino de confusión, se quitó el arnés y el chaleco salvavidas y se lanzó hacia el agua, lo que provocó una caída fatal.
Los servicios de rescate fueron alertados de inmediato y enviaron embarcaciones para intentar recuperar el cuerpo, pero al llegar constataron que Tijana ya había dejado de existir. Los organizadores de la experiencia aseguraron que el equipo estaba en buen estado y que la joven había sido debidamente orientada sobre las medidas de seguridad antes del despegue. Sin embargo, se especula que pudo haber sufrido un ataque de pánico o un grave mareo a causa de la altura, lo que le hizo tomar aquella drástica decisión.
Familiares y amigos de Radonjic expresaron su profunda consternación y exigen que se realice una investigación exhaustiva sobre las circunstancias que rodearon el hecho, pues no creen que Tijana haya querido quitarse la vida intencionalmente. La comunidad de seguidores de la influencer, que seguía sus publicaciones de moda, estilo de vida y viajes, se unió en redes para rendirle homenaje, compartiendo fotografías y recuerdos de sus aventuras.
Este suceso ha encendido el debate sobre la seguridad en actividades extremas vinculadas a campañas de creadores de contenido, así como la presión que enfrentan algunos influencers para generar imágenes impactantes que aumenten su visibilidad. Las autoridades locales y la compañía de turismo implicada han prometido revisar sus protocolos y fortalecer la supervisión médica y psicológica antes de permitir que jóvenes sin experiencia en deportes aéreos participen en actividades de alto riesgo. Por ahora, la mente de tan prometedora vocación digital que tenía Tijana se apaga, dejando un vacío doloroso en sus seres queridos y una lección sobre los límites que no deben cruzarse en nombre del contenido viral.