El nombre de Julio Eusebio Labra, líder vocal de la agrupación Conquistadores de la Sierra, quedó marcado por la tragedia la noche del 1 de junio de 2025. Durante un concierto privado en Emiliano Zapata, Morelos, sujetos armados irrumpieron en el establecimiento donde la banda se presentaba y dispararon directamente contra Labra, quien se encontraba interpretando uno de sus éxitos. El ataque ocurrió alrededor de las once de la noche, dejando al público consternado y desatando la operación de rescate en el lugar. A pesar de que fue trasladado en ambulancia a un hospital cercano, Julio no sobrevivió a las heridas.
Desde el primer momento, las autoridades descartaron vínculos con el crimen organizado o narcotráfico, pues no se hallaron indicios de amenazas previas relacionadas con esas actividades. En cambio, surgió la hipótesis de un crimen pasional: algunas fuentes cercanas al cantante comentaron que Julio había manifestado inquietud en días anteriores debido a tensiones en su entorno personal. Amigos íntimos afirmaron que había recibido mensajes anónimos en redes sociales, insinuando que alguien deseaba hacerle daño. No obstante, no hay evidencia oficial que confirme si él había denunciado estas advertencias o si llegó a sospechar que su vida corría peligro de manera tan contundente.
Los integrantes de Conquistadores de la Sierra, visiblemente abatidos, no han ofrecido declaraciones formales, pero compartieron en sus redes la enorme tristeza que sienten por la pérdida de su compañero. El manager del grupo informó que el resto de los eventos programados por la banda quedarán en pausa mientras se realizan los servicios funerarios. La Procuraduría de Morelos coordina las indagatorias, revisando cámaras de seguridad del lugar, entrevistando a testigos y analizando datos balísticos para tratar de identificar a los responsables.
En contraste con la violencia del acto, muchos seguidores llenaron los bares y foros donde habitualmente se presentan para encender veladoras y colocar ofrendas con fotografías de Julio. La música regional mexicana, especialmente quienes incursionan en corridos y norteño, lamentaron la noticia en voz alta: coincidieron en que Julio Eusebio tenía una voz potente y un carisma arrollador sobre el escenario. Políticos y funcionarios locales prometieron reforzar la seguridad en eventos masivos y plantearon la urgencia de acciones preventivas ante la creciente inseguridad en la zona.
Mientras la investigación continúa abierta, los allegados del artista recuerdan a Julio como un joven con sueños de llevar su música más allá de los límites de Morelos, entusiasmado por cada presentación y generoso con su público. Su familia, por su parte, agradeció las muestras de apoyo y solicitó que se respete su duelo. El hueco dejado por Labra en la escena del regional mexicano y en quienes lo conocían será difícil de llenar, y por ahora prevalece la incógnita de si, en efecto, él sospechaba que el peligro le rondaba antes de subir al escenario aquella noche de mayo.