Belinda vuelve a los escenarios musicales con fuerza y polémica. Su nuevo álbum, titulado Indómita, marca un punto de quiebre en su carrera: es audaz, urbano, y con letras que parecen hablar sin mencionar nombres, pero dejando todo claro. Con este lanzamiento, la cantante deja atrás su etapa pop adolescente para asumir una postura más libre, desafiante y madura.
El disco incluye canciones como “Cactus”, “300 noches” (a dueto con Natanael Cano) y “La Mala”, temas que coquetean abiertamente con los corridos tumbados, el trap latino y sonidos electrónicos. Belinda muestra una imagen más rebelde, ruda y alejada del estilo dulce que muchos recuerdan de sus inicios. La estética del álbum también refuerza esta transformación, con portadas en tonos oscuros y estilismos inspirados en el streetwear y la cultura urbana.
Uno de los aspectos más comentados ha sido el contenido de las letras, donde se habla de desamor, manipulación emocional y venganza. Aunque la cantante no ha mencionado a nadie en específico, muchos fans e internautas no tardaron en asociar algunas frases con su pasada relación con Christian Nodal. La canción “La Mala” en particular ha sido interpretada como una respuesta directa a quienes la culparon de la ruptura.
Más allá de las controversias, la crítica ha destacado la producción del álbum y el riesgo artístico que representa. Belinda se une a una nueva ola de artistas que fusionan géneros con libertad y sin pedir permiso, demostrando que su voz sigue vigente y que está dispuesta a reinventarse cuantas veces sea necesario.
Con Indómita, Belinda no solo canta, también se defiende, se empodera y vuelve a poner su nombre en boca de todos.