Belinda ilumina sus escenarios con “Indómita Tour”
Belinda ha vuelto a los reflectores nacionales con la fuerza de quien no solo regresa, sino renace. Después de un período de relativo silencio en materia musical, la artista mexicana lanzó el pasado 5 de junio de 2025 su quinto álbum de estudio, “Indómita”, obra que demuestra un giro estético y emocional muy marcado en su carrera. A pocas semanas de su estreno, Belinda dio inicio a la gira promocional “Indómita Tour”, que en su primera etapa la llevó a ciudades como Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México, donde cada una de las fechas se ha convertido en un acontecimiento de masas.
Desde el arranque en la Arena Monterrey, la cantante demostró que su propuesta va más allá de simples hits pop: montó un escenario conceptualizado con dominantes tonos rojos y negros, pantallas de leds que proyectaban animaciones abstractas y una coreografía que evidenció su formación como bailarina. El setlist incluyó temas clásicos como “Bella Traición” y “Luz Sin Gravedad”, pero también potenció canciones nuevas como “Indómita” y “Renacer”, ambas de corte introspectivo, en las que Belinda se despoja de su imagen de “chica pop” para mostrar una faceta más madura, con influencias electrónicas y matices oscuros.
Entre canción y canción, la cantante compartió con su público anécdotas sobre el proceso de composición. Relató que el disco “Indómita” surgió después de un periodo de crisis creativa en el que decidió alejarse de la producción convencional de la industria. “Quise contarle al mundo cómo me sentía en verdad: vulnerable, enojada, pero dispuesta a demostrarse que podía volver a levantarme sola”, confesó sobre el escenario. Esta honestidad caló hondo entre su audiencia, especialmente en las mujeres jóvenes que abarrotaron los recintos y corearon cada verso.
Quienes han asistido a los conciertos coinciden en que la puesta en escena, que combina elementos de rock alternativo y pop urbano, marca un antes y un después en la carrera de Belinda. El vestuario, firmado por diseñadores mexicanos emergentes, incorporó piezas de cuero negro, detalles metalizados y accesorios de estética gótica ligera —una desviación notable de los looks más angelicales con los que se le relacionaba hace una década—. Los bailarines, ataviados con atuendos monocromáticos, se movían al ritmo de beats electrónicos, integrados en vivo por un DJ, lo que creó atmósferas muy cercanas a la música de clubes nocturnos, pero con el pulso melódico de Belinda.
Otro punto destacado del “Indómita Tour” fue la invitación sorpresa que Belinda hizo en Guadalajara a la cantante y compositora Natalia Lafourcade. Ambas interpretaron juntas una versión a dúo de “Amarte Duele” (tema original de Belinda), en la que Lafourcade aportó un arreglo acústico de guitarra, dotando a la balada de una intensidad distinta, más íntima. El público, dividido entre seguidores acérrimos de Belinda y amantes de la trova moderna, aplaudió la fusión de estilos, pues evidenció la capacidad de ambas artistas para dialogar y compartir escenarios pese a sus trayectorias diversas.