La sandía es una de las frutas más refrescantes y dulces, ideal para el calor, pero ¿cómo saber si está realmente dulce sin tener que cortarla? Aquí te dejamos algunos consejos infalibles para elegir siempre la más jugosa y sabrosa.
1. Color de la cáscara: Busca una cáscara de verde intenso con un tono opaco. Si brilla demasiado, puede que no esté completamente madura.
2. Mancha de contacto con el suelo: La parte que tocó el suelo debe ser de un color amarillo o crema. Si es blanca, la sandía fue cosechada antes de tiempo.
3. Sonido al golpearla: Si al darle un golpe ligero se escucha un sonido hueco, significa que está madura y jugosa. Un sonido seco indica que puede estar demasiado madura.
4. Peso en relación con su tamaño: Una sandía pesada para su tamaño indica que tiene mucho contenido de agua, lo que garantiza su dulzura.
5. Forma y textura de la cáscara: Las sandías redondas y parejas suelen ser más dulces. Además, las venas marrones en la cáscara indican que ha recibido la cantidad adecuada de nutrientes.
Recuerda que, además de su sabor, la sandía es rica en agua y antioxidantes como el licopeno, que beneficia la salud cardiovascular y mejora la recuperación muscular. ¡Pon en práctica estos consejos y disfruta de una sandía perfecta en cada compra!