Un conflicto entre San Martín Peras y Santiago Juxtlahuaca, provocó un enfrentamiento entre las localidades, por lo que el gobierno estatal intervino para garantizar las condiciones, con el ingreso de la Policía Estatal, Guardia Nacional y Delegados de Paz.
Sin embargo, cuando ingresaba el convoy resguardando a personas que se encontraban en el IMSS de Santiago Juxtlahuaca y tenían como fin la comunidad de Santos Reyes Zochiquilazala, a petición de Yerenin Ángeles, representante de la secretaría de Gobierno en el distrito de Tlaxiaco, se toparon con un grupo de 100 personas armadas.
El gobierno estatal informó que las armas eran de grueso calibre, y explicaron a los inconformes que acudían a petición de las comunidades para la atención de quienes iban resguardados.
A pesar de ello, se tuvo un ataque a este grupo que era encabezado por la Policía Estatal además de la Guardia Nacional, por lo que se aplicarán las leyes al respecto, y el gobierno informó que no se va a tolerar una agresión de este tipo.
De manera afortunada no se reportó ninguna persona lesionada o que perdiera la vida por esta situación, sin embargo, se expuso que las condiciones no eran adecuadas ante el uso de armas de grueso calibre.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), iniciará las indagatorias correspondientes para la atención de este tema, en donde se mantiene la tensión entre las comunidades.
El convoy tenía el objetivo de trasladar a dos personas que presuntamente resultaron lesionadas de un ataque armado ocurrido el lunes por supuestos comuneros de San Martín Peras.
San Martín Peras y Santos Reyes Zochiquilazala tienen un conflicto agrario desde hace 75 años por 139 hectáreas de bosque y en el 2020 existió el último conflicto, cuando 12 comuneros de Peras fueron retenidos por los de Zochiquilazala, y en una mesa de negociación los ánimos se tensaron y 3 personas resultaron heridas.