Tres pruebas médicas y estar dos horas en un consultorio en la primera visita, es parte de lo que los voluntarios en el estudio de la vacuna contra covid-19 “Patria”, ofrecen para que un grupo de investigadores evalúen si dicho biológico mexicano es efectivo contra el coronavirus.
El proceso actual en el que se encuentra la vacuna Patria es en estudio de fase II/III paralelo, en el cual se busca la participación de tres mil 832 sujetos. Del total, un grupo recibirá la vacuna a estudiar y a otro le será aplicada el biológico contra covid de AstraZeneca. Los participantes no sabrán cuál les fue aplicada.
“El objetivo de este estudio clínico es observar si la vacuna AVX/COVID-12 (Patria) administrada de manera intramuscular es tan buena como la vacuna de AstraZeneca (el control activo) para generar una respuesta del sistema inmune en sujetos previamente vacunados con otro tipo de vacunas anti-covid-19”, se explica en el consentimiento informado que los voluntarios deben firmar, junto a dos testigos, del cual MILENIO tiene una copia.
Para participar, de acuerdo con la convocatoria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) difundido en su página de internet, se debe cumplir con el siguiente perfil:
- Vivir en la Ciudad de México, Oaxaca o Morelia, Michoacán.
- Tener 18 años o más.
- Haber recibido, con al menos 4 meses de anterioridad, una dosis de cualquier vacuna contra la covid-19.
- No tener enfermedades respiratorias activas o haberlas padecido en los últimos 21 días.
- No encontrarse en estado de embarazo ni en periodo de lactancia.
- Tener un buen estado general de salud.
- En caso de presentar alguna enfermedad crónica, debe estar controlada al menos por tres meses previos al inicio del estudio.
- No estar participando en otro protocolo de estudio.
Los interesados que se prerregistran en la página de Conacyt son contactados por Caimed para agendar una cita; en el caso de la Ciudad de México se realiza en sus oficinas en la colonia Roma.
El primer paso al acudir a la cita es recibir un documento de consentimiento informado, el cual explica a detalle el proceso del estudio y enfatiza que la participación debe ser voluntaria, sin ningún tipo de presión.
Además, enfatiza que si el participante decide abandonar el estudio, lo puede hacer sin ningún tipo de penalización, así como garantiza la confidencialidad y la protección de datos personales.
El equipo de Laura Castro Castezana, investigadora principal del estudio clínico, explica el documento de consentimiento informado a los interesados y evalúan si cumplen con el perfil para continuar con el proceso.
Tras obtener el visto bueno, un médico realiza una serie de preguntas sobre el estado de salud en general del participante: se mide la presión arterial, saturación de oxígeno, peso, talla, entre otros rubros. Además, se realizan dos pruebas rápidas: VIH y covid-19. En el caso de las mujeres también se efectúa una de embarazo.
Con información de Milenio