Tras más de 40 años de una carrera periodística, el director del diario guerrerense La Realidad, Fredid Román Román, fue asesinado ayer en Chilpancingo.
Con su homicidio se enlista el decimoquinto periodista ultimado en menos de ocho meses, lo que constituye prácticamente un comunicador asesinado cada 15 días, en promedio.
Con el crimen de Román Román, que fue blanco de un ataque armado cuando estacionaba su automóvil frente a su domicilio, suman 40 periodistas asesinados en lo que va de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, cifra que casi duplica a los 22 que la organización Artículo 19 documentó en todo el sexenio de Vicente Fox y que se aproxima a los 48 y 47 registrados en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, respectivamente.
Según los primeros reportes, el crimen ocurrió mientras el periodista llegaba a su oficina ubicada en la colonia Nicolás Bravo, a bordo de su vehículo, un Mazda color rojo, al que un grupo de hombres se acercó para dispararle en más de una ocasión.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero abrió una carpeta de investigación y precisó que una de las líneas de investigación podría relacionarse con el homicidio de Bertín “N” y Bladimir “N”, ocurrido el 1 de julio, pues este último era hijo del periodista.
Además de dedicarse a la labor periodística, Fredid Román Román también fungió como director de Comunicación Social de la Secretaría de Educación del estado durante el mandato del exgobernador Ángel Aguirre.
A través de su perfil personal en redes sociales acostumbraba difundir información del Gobierno estatal y compartía su columna titulada La realidad escrita.
En la última, en la que hablaba del “Crimen de Estado sin culpar al jefe”, Román Román dedicó un espacio para hablar sobre las revelaciones en torno a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, respecto a lo cual dijo que “lo único nuevo es la interpretación nueva que se le da a esta tragedia: Crimen de Estado”.
En el texto, señaló que la “verdad histórica” se fraguó en la Ciudad de México y subrayó el hecho de que el expresidente Enrique Peña Nieto y Salvador Cienfuegos no figuren entre las órdenes de aprehensión giradas.
“Nadie ha filtrado los nombres de los cinco funcionarios administrativos del gobierno de Guerrero, pero la sospecha pública apunta hacia el exgobernador, cuya responsabilidad, si es que la hay, sería la de omisión en no aplicar sus facultades constitucionales de destituir a algunos de sus colaboradores ante algunas omisiones en la investigación”, refiere.
Aguirre Rivero manifestó su voluntad de comparecer ante la autoridad que lo requiera, lo mismo Omar García Harfuch. Los dos ya negaron su participación en la construcción de la ‘verdad histórica’”, dijo.
De acuerdo con Artículo 19, en el primer semestre de este año se registraron 331 agresiones contra periodistas y medios de comunicación, un incremento del 51.8 por ciento en comparación con el mismo periodo de Peña Nieto, cuando se documentaron 218 ataques.
Además, señaló que estos seis meses destacan por su gravedad e incremento en los casos de violencia letal, desplazamientos, estigmatización y violencia en línea.
Subrayó que, desde el Ejecutivo federal, se sigue identificando un efecto en cascada donde, sin importar el nivel de gobierno o el partido, las autoridades deslindan su responsabilidad e inclusive justifican la violencia contra la prensa, al catalogarla como conservadora, vendida, o adversaria, entre otros calificativos.
Con información de La Razón