El Reiki es un tipo de terapia manual de la medicina natural que cada vez está tomando mayor conocimiento y uso por parte de todo tipo de personas.
La palabra Reiki es de origen japonés. Para desarrollar esta terapia se requiere de práctica y mucha concentración. Los reikistas trabajan directamente la energía a través del contacto con las manos en aquellas zonas que requieren atención.
Es normal que durante la primera sesión se perciba relajación y abandono de las preocupaciones, llegando incluso hasta tener somnolencia.
Algunos pacientes experimentan la sensación de levitar y observan colores a su alrededor. Todo esto asociado al flujo de la energía.
Al igual que la acupuntura y la acupresión, esta es una terapia de la medicina natural que basa sus preceptos en la existencia del ki (también llamado qi o chi), la fuerza vital universal presente en todo, y que se debe manipular y reconducir para el tratamiento de enfermedades y desequilibrios físicos, emocionales y mentales debidos a desequilibrios energéticos.
¿PARA QUÉ PUEDE EMPLEARSE?
Lo primordial es buscar manos profesionales que hayan estudiado a profundidad el Reiki.
- Reduce la ansiedad ante determinada situación de presión como un conflicto emocional, un problema de salud.
- Evita el stress laboral.
- Previene conflictos futuros.
- Maximiza las defensas corporales para incrementar la capacidad autocurativa.
Una sesión de Reiki puede durar entre 20 y 40 minutos, aproximadamente. Algunos terapistas incluyen música para acompañar la técnica y crear un ambiente ideal para la relajación profunda.
El paciente puede permanecer acostado aunque algunos especialistas lo colocan sentado.
En ciertas culturas, es común que se les proporcione a los niños, clases de Reiki y descubrir así las facultades innatas.
Durante la terapia, las emociones están a flor de piel. Al principio todo se exacerba, hay manifestaciones un poco más dolorosas puesto que toda la energía es removida.