En Navidad, los padres suelen estar más impacientes que su bebé. Hay que organizarlo todo, preparar, decorar… para que su primera fiesta sea la más bonita. ¿Pero qué capta el niño de esta nueva costumbre familiar?
En esta época de dar gracias seguramente sentirás que el mejor regalo está representado en el nuevo miembro de la familia.
Lo primero es tener claro que todo lo que tu bebé vea durante las celebraciones no sólo será nuevo, sino sumamente estimulante, así que lo mejor es mostrar las cosas poco a poco.
En los primeros meses de vida la mirada de tu pequeño no se parece a la tuya. A esa edad tu hijo no puede ver a una distancia mayor de 30 centímetros, por lo que si le muestras los adornos, el arbolito o el nacimiento debes acercarlo lo suficiente para que logre distinguir los objetos.
En navidad también es normal que las fiestas duren hasta tarde. Sin embargo debes respetar el horario de sueño de tu pequeño. En los primeros meses los bebés duermen mucho más, lo que les permite un desarrollo mucho más rápido. Debes asegurarte que la navidad no sea motivo de trasnocho para tu hijo.
Recuerda también que las luces pueden ser muy brillantes y esto puede generar molestia en tu bebé. Coloca en tu casa luces más tenues o intermitentes para que el bebé se acostumbre a ellas y no insistas en mostrarlas a tu pequeño si notas que le molesta.
Además de la alegría y la celebración en familia, la Navidad también esconde algunos peligros para los pequeños de la casa. Por lo que tomar algunas precauciones para evitar cualquier accidente nunca deja de ser necesario.