Si bien durante el periodo que comprende del 24 al 30 de octubre del año en curso, la cifra de casos positivos de viruela símica a nivel mundial presentó una reducción del 40.7%, la Organización Mundial de la Salud (OMS) optó por no relajar las medidas de prevención y permanecer en alerta máxima ante esta enfermedad, y es que el mismo organismo de salud advirtió que aún se tienen motivos de inquietud.
La OMS argumentó que dicha decisión se toma con base en los nuevos casos que se han presentado en distintos territorios, aunado a la falta de recursos en países pobres y el peligro de la estigmatización en contra de poblaciones en riesgo. Cabe mencionar que desde el pasado 23 de julio de este 2022, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ya había emitido un nivel máximo de alerta con el fin de frenar la cadena de transmisión.
Los síntomas que podrían indicar un posible contagio de la enfermedad son erupciones color rojizo en la piel, fiebre, dolores de cabeza, muscular y articular, así como inflamación de los ganglios linfáticos, debilidad y escalofríos, entre otros. Esta enfermedad dura en promedio 21 días, y se transmite por contacto directo con las secreciones de una persona enferma a través de mucosas o lesiones de la piel, gotitas respiratorias y objetos contaminados con líquidos corporales.
A manera de prevención se recomienda evitar el acercamiento físico directo con personas enfermas o que se sospecha pudieran tener la enfermedad. Quienes cuidan a familiares con la enfermedad deben lavar con agua tibia y detergente la ropa, las toallas y sábanas de la persona enferma y los utensilios para comer; además, limpiar y desinfectar superficies contaminadas. En caso de presentar síntomas, las y los pacientes deben evitar acercarse a otras personas y no acudir a lugares públicos.