Cada año en México nacen de forma prematura 200 mil bebés; es decir, antes de las 37 semanas de gestación, lo que puede traer como consecuencia daños en diferentes órganos; algunos de ellos, irreversibles, así lo informó Irma Alejandra Coronado Zarco, subdirectora de Neonatología del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Dr. Isidro Espinosa de los Reyes”.
En entrevista, detalló que la prematurez puede dejar daños en el cerebro, corazón, intestino, riñones, tubo digestivo y en el desarrollo de vasos sanguíneos de la retina, lo que genera miopía y retinopatía, y es una de las primeras causas de parálisis cerebral en el mundo.
Resaltó que estos bebés pueden tener otros trastornos del neurodesarrollo como problemas emocionales, de aprendizaje, estigma social, falta de inclusión y aceptación, mientras que en la edad adulta son más propensos a padecer enfermedades crónico degenerativas.
Entre los factores de riesgo para que un bebé sea prematuro destacó la preclamsia, diabetes, embarazos múltiples, hipertensión arterial, sobrepeso, obesidad, alteraciones en el cuello uterino, edad y violencia familiar.
El jefe del Servicio de Neonatología del Instituto Nacional de Pediatría (INP), Héctor Macías Avilés, añadió que para los bebés prematuros es más difícil alcanzar la madurez pulmonar y cerebral, además de que predomina el sistema inmune debilitado, por lo que debe recibir atención en terapia intensiva de dos a cuatro meses, hasta que se estabilice y alcance un peso al menos de mil 800 gramos.
Argumentó que cuando la niña o el niño alcanza un peso igual o superior a un kilogramo 800 gramos, respira sin ayuda, mantiene la temperatura corporal estable, se debe priorizar la alimentación por medio del seno materno.