Ante el inicio de las conversaciones sobre el clima en la COP27, que se llevan a cabo del 6 al 18 de noviembre de 2022 en Sharm el-Sheikh, Egipto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que la crisis climática sigue provocando enfermedades y poniendo en peligro la vida de las personas, por lo que hicieron un llamado a los países participantes en relación a que la salud debe estar en el núcleo de estas negociaciones trascendentales. El organismo de salud, dejó en claro que la conferencia debe tener cuatro puntos firmes, que son la mitigación, adaptación, financiación y colaboración para hacer frente a la crisis climática.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, declaró que el “cambio climático está haciendo que millones de personas enfermen o sean más vulnerables a las enfermedades en todo el mundo, y la creciente destructividad de los fenómenos meteorológicos extremos afecta de manera desproporcionada a las comunidades pobres y marginadas”.
Advirtieron que la salud de los seres humanos está ligada a los ecosistemas que lamentablemente sufren las consecuencias de la deforestación, la agricultura y otros cambios en el uso del suelo y el rápido desarrollo urbano. Incluso, se prevé que entre el 2030 y 2050 el cambio climático provoque unas 250 mil muertes más al año por malnutrición, paludismo, diarrea y estrés térmico.
La OMS estima que en materia económica las consecuencias también serían graves, ya que de no atenderse la situación podrían alcanzar entre US$ 2000 millones y US$ 4000 millones al año para 2030. Además, se pidió no perder de vista el que el aumento de la temperatura a nivel mundial que ya se ha producido está provocando fenómenos meteorológicos extremos que traen consigo olas de calor y sequías intensas, inundaciones devastadoras y huracanes y tormentas tropicales cada vez más potentes.
Por lo anterior, la OMS pidió a los gobiernos que lideren una eliminación progresiva justa, equitativa y rápida de los combustibles fósiles y la transición a un futuro energético limpio. También se han producido avances alentadores con respecto a los compromisos de descarbonización, y la OMS también solicita la creación de un tratado de no proliferación de combustibles fósiles que permita la eliminación progresiva del carbón y otros combustibles fósiles perjudiciales para la atmósfera de forma justa y equitativa. Esto representaría una de las contribuciones más significativas a la mitigación del cambio climático.