La organización no gubernamental Global Witness, catalogó a México como el país más peligroso para los activistas ambientales. Dicha afirmación se dio a raíz de su más reciente informe, en el que exponen que a nivel mundial durante el 2021 fueron asesinados por lo menos 200 activistas, de los cuales 54 luchadores sociales eran del territorio mexicano.
Aunado a esto, la misma fuente calculó que gran parte de los asesinatos ocurrieron en América Latina, seguido de que “la mayoría de estos crímenes ocurren en lugares distantes del poder y son cometidos contra aquellos que en muchos sentidos tienen el menor poder”. Es importante aclarar que Global Witness señaló que sus datos “posiblemente sean menores a los reales, dado que muchos no son denunciados, en particular en zonas rurales y en ciertos países”.
De manera más específica 27 homicidios a nivel global apuntaba que se vinculaban con conflictos derivados a actividades de minería. De la cifra total 15 asesinatos tuvieron lugar en México. Dado que en los últimos 10 años se ha asesinado a 154 activistas ambientales en México, Mike Davis, director ejecutivo de Global Witness, destacó que “los activistas y las comunidades desempeñan un papel crucial como la primera línea de defensa contra el colapso ecológico, y también son los primeros en la campaña para impedirlo”.
En el 2021 también resulta alarmante el caso de Colombia con 33 asesinatos, así como el de Brasil con 26 y Filipinas con 19. En un llamado a las autoridades mexicanas, Global Witness recalcó que deben dar paso a la impartición de justicia ante casos donde se violen los derechos humanos de los defensores ambientales y apegarse a lo establecido en el Acuerdo de Escazú.
La misma organización destacó la importancia de que el Gobierno de México implemente y supervise que se cumplan los mecanismos correctos que garanticen el derecho de los pueblos indígenas a que reciban información certera; todo esto respetando los estándares internacionales.