La tarde del 22 de agosto en Chilpancingo, Guerrero, le fue arrebatada la vida al periodista Fredid Román, quien ejercía como reportero en medios locales. Fueron vecinos de la colonia Progreso quien después de las 16:30 horas, dieron aviso a la línea de emergencia 911. El periodista con 40 años de trayectoria, fue atacado a bordo de su vehículo antes de que arrancara. Al lugar de los hechos arribaron paramédicos de la Cruz Roja, sin embargo Fredid ya no tenía signos vitales.
Refiriéndose al caso del editor del periódico La Realidad, la Fiscalía General del Estado de Guerrero, comunicó que inició una carpeta de Investigación por el delito de Homicidio por Arma de Fuego, en contra de quienes resulten responsables, en agravio de Fredid “N” en Chilpancingo. Con la muerte del comunicador, ya son 15 asesinatos de periodistas mexicanos en lo que va de este 2022, el año que camina a convertirse en el más mortífero para la prensa en el país.
Aunado a esto, la FGE detalló a través de un comunicado que “una de las líneas de investigación que se siguen, podría estar relacionada con los hechos ocurridos el día 1 de julio del presente año, en la localidad de Ocotito, municipio de Chilpancingo, en donde se cometió el delito de homicidio por arma de fuego en agravio de Bertín N y Bladimir N, este último quien era hijo del hoy occiso Fredid N”.
Recientemente, la oficina de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, expresó su preocupación ante la ola de violencia contra el gremio en el territorio nacional. Jesús Peña Palacios, representante adjunto en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, declaró que “una de las medidas más eficientes contra la reiteración de los homicidios y agresiones es la lucha contra la impunidad, es decir, llevar a los autores tanto materiales como intelectuales ante la justicia”.
Cabe mencionar que México en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa que elabora cada año Reporteros Sin Fronteras (RSF), está ubicado en la posición número 127 de 180 países, que son más peligrosos para ejercer el periodismo a nivel mundial.