A seis meses de la invasión rusa de Ucrania, el secretario general de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), António Guterres, puntualizó que la guerra ha dejado miles de muertos, convirtiéndose en un conflicto sin fecha de caducidad y violaciones de derechos humanos.
El pasado miércoles Guterres mostró su profunda preocupación por las violaciones y abusos de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario relacionadas con ese conflicto armado y por el hecho de que las hostilidades entre Rusia y Ucrania no muestran signos de terminar.
En una sesión del Consejo de Seguridad dedicada al mantenimiento de la paz y la seguridad en Ucrania, que coincidió con el 31º aniversario de la independencia de ese país y contó con la presencia de su presidente, Volodymyr Zelensky, António Guterres recordó que durante el último medio año han muerto y resultado heridos miles de civiles.
Unas cifras que posteriormente detalló la secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary Dicarlo, cuando cifró en cinco mil 614 muertos y siete mil 946 heridos las víctimas civiles verificadas, según los registros recopilados por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
A pesar de los avances en el frente humanitario, el titular de la ONU declaró que los combates en Ucrania “no muestran signos de terminar”, y que siguen apareciendo nuevas áreas potenciales de peligrosa intensificación.
Añadió que la próxima llegada del invierno en el hemisferio norte crecerán las necesidades humanitarias para millones de personas que precisarán asistencia y protección.
Por su parte, el director general del OIEA, Rafael Grossi, anunció en sus redes sociales que se reunió en Estambul con altos cargos rusos para debatir una “inminente misión” a la planta nuclear ucraniana.
En este apartado, Dicarlo explicó que las necesidades humanitarias siguen aumentando rápidamente y que al menos 17.7 millones de personas necesitan asistencia y protección humanitaria, incluidos 3.3 millones de niños.
Una imagen difícil de imaginar hace unas semanas y a la que el Secretario General calificó de “poderosa demostración de lo que se puede conseguir, incluso en los contextos más devastadores, cuando ponemos a las personas como prioridad”.
Seguidamente solicitó la cooperación de todos los gobiernos y del sector privado para permitir el acceso sin trabas a los mercados mundiales de los alimentos y fertilizantes rusos, que no están sujetos a sanciones.