El Papa Francisco afirmó hoy que “en el origen de las guerras a menudo hay abrazos fallidos o rechazados, a los que siguen prejuicios, incomprensiones y sospechas, hasta el punto de ver en el otro a un enemigo”.
Su santidad hizo estas afirmaciones durante su discurso en el acto organizado por el movimiento Acción Católica que congregó a cerca 60 mil personas en la plaza de San Pedro bajo el tema “Con los brazos abiertos”.
“El impulso que hoy se expresa de manera tan festiva no siempre es acogido en nuestro mundo: a veces se encuentra con cerrazones y resistencias, de modo que los brazos se vuelven rígidos y las manos se aprietan amenazadoramente, convirtiéndose ya no en vehículos de fraternidad, sino de rechazo y oposición”, dijo el Papa en su mensaje.
Y agregó que “cuando el abrazo se convierte en puño, es muy peligroso y todo esto está lamentablemente ante nuestros ojos en estos días, en demasiadas partes del mundo”
Finalmente dijo “ La paz llega cuando decido perdonar, aunque sea difícil, y esto llena mi corazón de alegría”, concluyó.