– Las afectaciones al entorno social, fuera de las estadísticas
– Crisis de valores se suma a la ineficiencia gubernamental
Danniela Geomar Neri
El Gobierno de México dio a conocer esta semana su Informe de Seguridad del mes de Octubre de 2022, destacando una reducción de 27% en los delitos de fuero federal.
El informe reconoce que el homicidio doloso registró un leve repunte para llegar a 2,766 casos. Pero faltan los datos de las víctimas secundarias.
Si sumamos los homicidios dolosos registrados en el presente sexenio, hablamos de 140,490 seres humanos asesinados.
Significa que México estaría cerca de llenar dos veces el Estadio Azteca con sus fallecidos acumulados, tomando en cuenta el aforo oficial actual de poco más de 87 mil personas, y el promedio de homicidios dolosos por año de alrededor de 29 mil.
Pero sólo contabilizamos a quienes perdieron la vida, no hablamos de heridos, mucho menos de las víctimas secundarias como los huérfanos, las familias de fallecidos y comunidades enteras.
Basta un ejemplo:
Fue viral la imagen de una chica que protegía con su cuerpo a su hermana menor, durante una balacera en un centro comercial de Zapopan. De ese hecho se registran sólo las víctimas mortales, sin embargo el agravio fue directo para la sociedad en su conjunto y en particular para estas hermanas, quienes perdieron la tranquilidad esa vez y para siempre.
Sí, se trata de una autoridad rebasada, pero también de una sociedad que vive una terrible crisis de valores.
Las cifras de víctimas mortales son delicadas, y de igual manera l
o son, las afectaciones al entorno social pero que están fuera de las estadísticas.