En definitiva, un alimento que no debería faltar en una dieta sana y equilibrada, además de que tienen un sabor exquisito cuando se preparan de la manera correcta, por ello toma nota que los haremos a la marinera.
- 3 Kg. de mejillones
- 7 hojas de laurel
- 3 cebollas pequeñas picadas
- 1 cucharada de pimentón de la Vera
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 1 vaso de vino blanco (a ser posible gallego, un ribeiro o un godello)
- 1 vaso de caldo de cocción de los mejillones
- Un manojo de perejil fresco picado
- Sal (al gusto de cada casa)
- Aceite de oliva virgen extra
- Previo a la elaboración es muy importante lavar bien los mejillones, para ello debes retirarles, los pelillos laterales que salen de cada una de las conchas tira mejor con la ayuda de un cuchillo.
- Después limpia muy bien las conchas por fuera para que puedas eliminar los restos de impurezas que lleguen a tener.
- Una vez estén limpios comienza colocando los mejillones en una cazuela con solo un poco de agua, sal y las hojas de laurel.
- Tapa la cazuela y la lleva a fuego alto hasta que esté a punto de ebullición, notaras como el olor que desprende es muy agradable, deja que hiervan hasta que las conchas estén abiertas y retira del fuego.
- Ya que las conchas están abiertas sepáralas y pasa la parte que tiene el mejillón a otra olla diferente una a una hasta terminar y reserva.
- Ahora para la salsa, coloca un poco de aceite en una sartén y añade la cebolla previamente picada cuando esté ligeramente dorada, incorpora el perejil picado y remueve.
- Posteriormente espolvorea las cucharadas de harina, sin dejar de mover hasta que tome color.
- Ahora verte dentro el caldo de la cocción de los mejillones, junto con el vino blanco y con la ayuda de una cuchara incorpora también el pimentón.
- Mezcla perfectamente todos los ingredientes y deja cocer por aproximadamente 5 minutos, no olvides remover de vez en cuando.
- Vierte la salsa en la olla donde están los mejillones limpios y deja que hierva por uno o dos minutos aproximadamente a fuego medio, sin dejar de mover el fondo de la olla hasta que notes que la salada haya espesado.
- Antes de emplatar deja unos minutos para que la salsa repose.
- En un plato hondo coloca los mejillones y posteriormente baña con la salsa que queda en el fondo.
- Disfruta.