A falta de cuatro partidos, el Arsenal está más vivo que nunca en la lucha por la Premier League. Los ‘Gunners’, tras perder contra el Aston Villa y ser expulsados de la Champions por el Bayern, se han levantado de la mejor manera posible: victoria el fin de semana contra el Wolverhampton Wanderers y goleada al Chelsea (5-0) para ponerse líderes de la competición y aumentar la presión sobre Liverpool y Manchester City.
Los de Mikel Arteta miran con una ventaja de cuatro puntos al City, con dos partidos más, y con tres unidades de ventaja al Liverpool, que tiene que jugar este miércoles en Goodison Park contra el Everton. El golpe mental de la semana pasada ha sido respondido con un ejercicio de experiencia que no se produjo, por ejemplo, la temporada pasada. Cuando vinieron mal dadas el curso anterior, el Arsenal se diluyó como un azucarillo y entregó la liga en bandeja al City.
Esta vez han elegido luchar. Y el Chelsea, sin Cole Palmer, es un buen saco de boxeo para ello.
Sin su estrella, enferma, los de Mauricio Pochettino fueron una comparsa y salieron trasquilados del Emirates, más de lo que les hubiera gustado para no declarar que tienen Palmerdependencia.
La goleada empezó cuando el Chelsea reculó en el primer avance de Declan Rice. Dejaron al pivote avanzar hasta la frontal, con el canterano Gilchrist persiguiéndole sin saber hacia donde mirar. En el primer despiste, Rice se la dio a Trossard y el disparo del belga, que Petrovic no se esperaba, pasó por debajo del serbio.
Con 1-0, el Chelsea tuvo alguna ocasión para empatar y pareció que de verdad podía hacer daño al Arsenal. Jackson tuvo un centro que rebotó en Gabriel y se fue al palo y Enzo rozó con un disparo desde el punto de penalti el 1-1.
El Chelsea desperdició sus oportunidades y en la segunda parte el Arsenal no perdonó la terrible defensa de los de Pochettino.