Se espera que el gobierno de Joe Biden suprima una regla de salud pública de la era Trump que usa la pandemia de la COVID-19 como justificación para rechazar con rapidez a las familias migrantes que llegan a la frontera con México. Según el gobierno, la regla era necesaria para evitar que el virus se propagara por las comunidades estadounidenses y los centros de detención, donde los migrantes que buscan asilo suelen pasar varios días.
Sin embargo, los defensores de los inmigrantes y los derechos humanos aseguran que la regla, conocida como Título 42, se ha empleado de manera inadecuada como una herramienta de seguridad que obliga a los migrantes a regresar a situaciones peligrosas. Estas organizaciones han presionado al presidente Biden para que elimine la regla, la cual instauraron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés). Algunas de las agrupaciones, entre ellas la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, han demandado al gobierno para que deje de usar la regla con el fin de expulsar a las familias migrantes.
Desde el primer día de Biden en el cargo hasta finales de diciembre, el gobierno utilizó la norma de salud pública más de un millón de veces para rechazar a los migrantes en la frontera sur, lo que representa alrededor del 55 por ciento de los encuentros allí, según datos de la gestión. Los agentes fronterizos se encontraron con casi dos millones de inmigrantes en la frontera sur durante ese periodo. Permitieron que más de 458.000, el 23 por ciento de ellos, entraran en el país y trataran de convencer a un juez de inmigración de que les permitiera quedarse.