La expedición del certificado de defunción de la reina Isabel II, donde se declara que murió por “vejez” desató cuestionamientos sobre si, en efecto, una persona puede, simplemente, morir de vieja.
El diario The Wall Street Journal (WSJ) recordó que, en 2021, la tercera causa de muerte, después del cáncer y de las enfermedades cardíacas, en Japón fue el rosui, que podría interpretarse como “deterioro” o “ancianidad”. Más de uno de cada 10 japoneses murieron “de viejos”.
“Hoy en día, si una persona tiene varias complicaciones médicas, pero es muy anciana, simplemente decimos que murió de vieja”, dijo Akihisa Iguchi, gerontólogo y profesor emérito de la Universidad Nogoya, citado por el medio. Las familias, dice Iguchi, suelen aceptar sin problemas esa explicación.
El experto prevé que, con el tiempo, el progresivo envejecimiento poblacional de Japón hará que el rosui se convierta en la principal causa de muerte en el país.
Sin embargo, el WSJ resaltó que la vejez no figura entre las 10 principales causas de muerte a nivel global de la Organización Mundial de la Salud (OMS); tampoco en la lista equivalente que difunden los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, donde en 2020 los tres primeros puestos lo ocuparon las enfermedades cardíacas, el cáncer y el covid-19.