Cada año mueren más hombres que mujeres por todas las causas, pero en el caso de las muertes violentas la brecha entre la mortalidad masculina y femenina se ensancha. Tan sólo el año pasado, por cada mujer asesinada en México mataron a ocho hombres; por cada mexicana que se quitó la vida, cuatro mexicanos también lo hicieron, y por cada mujer que murió en un accidente, cuatro varones también perecieron.
Para los estudiosos de la violencia masculina, el fenómeno está relacionado con la forma en que aprendieron a ser hombres y los roles que les fueron impuestos.
El machismo va más allá de una práctica de dominio sobre las mujeres. Según las estadísticas de mortalidad más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), con cifras preliminares para 2021, ese año murieron en el país un millón 117 mil 167 personas, de las cuales 58 por ciento eran hombres y 42 por ciento mujeres. La razón de mortalidad fue de 1.4 decesos de varones por cada defunción de mujer.
Desde el primer año de vida, son más los hombres que mueren respecto a las mujeres y la diferencia se amplía en las siguientes etapas de la vida (niñez, adolescencia y juventud y edad adulta).
En casi todas las enfermedades de mayor impacto, salvo el cáncer, las defunciones de hombres superan a las de mujeres, siendo Covid-19 y los trastornos mentales los que golpearon más severamente a los varones: 61 por ciento de las muertes por la pandemia fueron masculinas, lo mismo que 71 por ciento de los decesos por problemas mentales y del comportamiento.
En lo que respecta a las muertes por causas externas —las que son violentas— la brecha en la mortalidad es más grande.
En este caso, 77 por ciento de las defunciones por accidentes, 81 por ciento de los suicidios y 88 por ciento de los homicidios correspondieron a varones, lo que significa una razón de 3.6 muertes masculinas por cada femenina en accidentes, 4.4 por autoagresiones y 7.8 por asesinatos.
En el caso de accidentes, la razón de mortalidad alcanza hasta 5.6 muertes masculinas por cada femenina entre los jóvenes de 20 a 29 años; en los suicidios se dispara hasta 9.7 entre los adultos mayores (más de 60), y en los homicidios la diferencia más grande se ubica en el grupo de 50 a 59, con 9.4 decesos de hombres por cada mujer.