Colectivas feministas, familiares de víctimas de feminicidio y la ciudadanía en general se concentraron en la 7a sur entre 4a y 5a poniente de Tuxtla Gutiérrez para realizar un altar en memoria de las víctimas de feminicidio en Chiapas.
A través de un pronunciamiento, indicaron que el fenómeno de la violencia contra las mujeres en el país tiene más de 20 años en el ojo público con un crecimiento sostenido. No obstante, el aumento de la violencia familiar y sexual contra niñas, adolescentes y mujeres es un problema cada vez más grave: una realidad más encrudecida.
Las personas convocantes recordaron que el 18 de noviembre de 2016, se instaló en el estado la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) en siete municipios: Comitán de Domínguez, Chiapa de Corzo, San Cristóbal de Las Casas, Tapachula, Tonalá, Tuxtla Gutiérrez y Villaflores. Así como, la implementación de acciones específicas para atender la violencia contra mujeres indígenas de la región de Los Altos.
Desde entonces, enfatizaron que ha pasado de un centenar y medio de casos en 2016, a las 200 carpetas de investigación de homicidio, feminicidio y muerte violenta de mujeres en el estado.
Así mismo, de enero a mayo del presente año, la incidencia delictiva según la AVG del gobierno chiapaneco registró mil trescientos cincuenta y cinco delitos contra las mujeres.
En ese sentido, exigieron que investiguen los casos con perspectiva de género, oportunidades de vida dignas para las mujeres, con el fin de poder abandonar a sus agresores, contar con instituciones públicas capaces de prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
Aunado a ello, el acompañamiento a las víctimas directas e indirectas en los procesos judiciales, así como establecer el fenómeno de la violencia contra las mujeres como una prioridad en las estrategias de seguridad pública.