Mientras todas esas preguntas le eran lanzadas, Martí, quien estaba acompañada por una amiga, reaccionó caminando rápidamente, esbozando una sonrisa de vez en vez y acomodando su cabello. Dado que, pese al silencio de Clara, la reportera continuó con sus cuestionamientos y filmándolas, la acompañante intentó tapar la cámara con su mano y pidió que la dejaran en paz.