“Utilizar mis emociones –cómo me sentía al interpretar el papel– fue la forma en que abordé toda la película. Abrazando mis miedos y mi vulnerabilidad, mi sensación de incomodidad y mis inseguridades”, declaró Ana de Armas en una entrevista
Según relató la propia estrella, algunas de esas inseguridades la siguieron fuera del set de filmación ya que, aunque han pasado tres años desde que concluyó el rodaje de Blonde, se ha convertido en una estrella muy solicitada, en un imán para los paparazzi y, por supuesto, en una víctima de la violencia simbólica de género y del escrutinio de las redes sociales por las polémicas escenas sexuales de la cinta.
“Ha sido una montaña rusa de emociones. Estamos contando su historia desde su punto de vista. Estoy haciendo que la gente sienta lo que ella sintió. Cuando tuvimos que rodar este tipo de escenas, como la de Kennedy, fue difícil para todos. Pero al mismo tiempo, sabía que tenía que ir allí para encontrar la verdad”, dijo Ana de Armas
Ahora, aunque la actriz ha dado vida a otros personajes que nada tienen que ver con Marilyn en otras producciones como The Gray Man y Knives Out, la angustia el ser objeto de una intensa fascinación por razones que van más allá de su trabajo.
“Fue una de las cosas que me acercó a Marilyn. Al fin y al cabo, Monroe se tomaba en serio la actuación, incluso cuando sólo se la veía como un objeto. Ella amaba lo que hacía. Amaba la profesión y la respetaba mucho. Sólo que no recibió eso de vuelta”, reveló la intérprete.