Las temporadas climáticas extremas, producto del calentamiento global, “afectan a todas las especies, en particular a las especies en peligro de extinción”, explicó Sandra Urania Moreno Andrade, directora del Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Iigercc).
Destacó que estas especies son de una población pequeña y frágil, lo cual aumenta su fragilidad cuando su hábitat es modificado, ya que “por un lado, no pueden desplazarse a otros lugares y eso inhibe también a sus procesos reproductivos”.
Sostuvo que las especies que habitan en un ecosistema responden a distintos niveles de organización biológica y ocupan roles muy importantes en el ecosistema, generando un “equilibrio ecológico”.
“Las especies en etapa reproductiva suelen estar muy condicionadas a ciertos factores del entorno y las que están en peligro van a tener una competencia desigual con las especies que ocupan ese mismo hábitat, pero que tienen periodos de reproducción más rápidos”, explicó.
Agregó que estas afectaciones están llevando a una tendencia de extinción de muchas de las especies que ya están en peligro, “a menos que actuemos lo más rápido posible bajo la recomendación de ampliar las zonas bajo protección, la disminución de un consumo de productos contaminantes, detener las afectaciones al entorno y el manejo responsable de la disposición final de mucho de lo que ocupamos en nuestra vida cotidiana”.
De acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural, en el estado la principal causa del cambio climático es la deforestación. Las principales son la ganadería y la agricultura, las cuales, junto al cambio de uso de suelo también ocasionan el 70 % del efecto invernadero que causa aumento de temperaturas, de acuerdo con el Inventario Estatal de Gases de Efecto Invernadero.