De acuerdo a Francisco Tovar Avendaño, integrante de la Academia Nacional de Historia y Geografía (ANHG), son cinco los estados del país, Chiapas entre ellos, que no aprovechan su riqueza pluricultural y biodiversidad. Se trata de Oaxaca, Veracruz, Puebla, Guerrero y Chiapas, consideradas las entidades más marginadas del país, donde la pobreza provoca invasiones de tierras que no solo afectan la productividad, también destruyen el medio ambiente.
Recordó que históricamente se le ha apoyado al campesino, “pero no ha sido de forma objetiva y efectiva por la mala aplicación de los recursos”. Además se carece de la industrialización del agro, así como de la transformación e implementación de recursos y de programas correspondientes.
Este contexto lleva a los grupos sociales a invadir tierras y no precisamente para trabajarlas. Tovar explicó que en la actualidad el labriego no tiene la capacidad para producir y la falta de visión provoca las pérdidas, incluso de fincas que, alguna vez, representaron el patrimonio arquitectónico de Chiapas. Estas poblaciones se convirtieron en tierras de ancianos, mujeres e infantes, porque al final los jóvenes emigraron a Estados Unidos o a otra entidad de México.
En los Altos, las mujeres dejaron de hacer tortillas, ahora elaboran muñecos de paja y lana con pasamontañas, “es lo que el turista viene a comprar”.
Lo peor de todo, dijo el académico, no es solo la invasión y la falta de producción de la tierra, estos grupos afectan zonas naturales que deberían preservarse, “ahora vamos acabar con la reserva, un pulmón de México”.