Durante la madrugada, habitantes de varios estados reportaron haber visto luces danzantes en tonos verdes, rosas y violetas: las auroras boreales, un espectáculo que normalmente solo se aprecia cerca de los polos.
Este fenómeno, poco común en estas latitudes, hizo visibles luces de tonos rojizos, violetas y verdes en estados del norte y centro del país, como Chihuahua, Nuevo León, Zacatecas, Durango, San Luis Potosí, Querétaro e incluso partes del centro.
Este asombroso suceso fue resultado de una fuerte tormenta geomagnética provocada por una serie de explosiones solares que lanzaron enormes nubes de energía hacia la Tierra. Al chocar con nuestro campo magnético, estas partículas encendieron el cielo nocturno mucho más al sur de lo habitual, alcanzando incluso regiones como la Ciudad de México, Nuevo León y Baja California.
Expertos de la UNAM y del Servicio Meteorológico Nacional confirmaron que la actividad solar de los últimos días fue excepcional. El viento solar viajó a más de 675 kilómetros por segundo y alteró temporalmente el campo magnético terrestre, creando las condiciones perfectas para que el fenómeno se hiciera visible en latitudes tan inusuales.
Además del espectáculo visual, esta tormenta también encendió las alertas por posibles efectos en satélites, sistemas de comunicación y redes eléctricas. Sin embargo, hasta el momento no se han reportado daños significativos.
Lo que sí queda claro es que la naturaleza volvió a recordarnos su poder… y nos regaló una postal celestial inolvidable.