El cine no solo entretiene, también puede ser una herramienta emocional muy poderosa. Diversos psicólogos practican la cineterapia, una técnica que utiliza películas para trabajar emociones, fomentar la empatía y reflexionar sobre distintas experiencias humanas.
Por ejemplo, las comedias ayudan a liberar tensiones y estimular la producción de endorfinas, mientras que los dramas permiten procesar sentimientos profundos y comprender distintas perspectivas de la vida. Las películas inspiradoras, por su parte, pueden incrementar la motivación y reforzar la confianza en uno mismo.
Un estudio de la Universidad de Maryland descubrió que las personas que ven comedias con frecuencia tienen arterias más saludables y niveles de estrés más bajos. Así que la próxima vez que elijas una película, hazlo según cómo te sientes: reír, llorar o emocionarte también son formas de sanar.
Por Paco Corral
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