Con la llegada de las festividades del Día de Muertos, el Valle de Etla se llena de color con las tradicionales muerteadas, en las que los habitantes visten trajes y accesorios alusivos a la celebración. Entre los distintos vendedores que proveen estos elementos se encuentra Doña Martha Cruz Ruiz, quien con más de 20 años de trayectoria se ha consolidado como una de las proveedoras reconocidas en la región.
Doña Martha comenzó vendiendo máscaras y accesorios desde su casa, pero con el tiempo se trasladó a un punto estratégico de la comunidad para atender la creciente demanda. Su experiencia le permite ofrecer variedad y calidad, lo que atrae a clientes no solo de su localidad, sino también de pueblos vecinos que buscan elementos para las muerteadas.
Su inventario incluye alrededor de 500 máscaras de luchadores y 200 de látex, traídas del Estado de México y de Texas. El puesto de Doña Martha se instala temporalmente semanas antes del 1 de noviembre, coincidiendo con las fechas de mayor actividad de las muerteadas, y cada año logra vender todas las máscaras que solicita, reflejando su consolidación en la tradición.
Más allá de la venta, Doña Martha considera su labor como un vínculo con la cultura y las costumbres del Valle de Etla. Saber que sus productos acompañan a los habitantes en las muerteadas le genera orgullo y refuerza su compromiso por mantener viva esta tradición junto con otros vendedores locales.
