Decenas de personas caminaban sobre el fondo marino descubierto mientras grababan con sus teléfonos estrellas de mar, caracoles y otras especies que emergieron en charcos de agua salada. “Nunca había visto algo así de noche; parecía que el mar nos había abandonado”, comentó Ana Gutiérrez, vecina de la zona.
Se trata de la llamada vaciante marina, un proceso natural de marea baja extrema que ocurre cuando la Luna y el Sol están en posiciones que intensifican la atracción gravitacional sobre las masas de agua. Aunque puede generar alarma entre quienes lo presencian, los especialistas coinciden en que no implica riesgo de tsunami ni amenaza para la población.
Un evento similar ocurrió en abril de 2019, cuando la marea descendió también cerca de 70 metros en la misma playa, atrayendo a curiosos y fotógrafos aficionados.
Hasta el cierre de esta edición, ni la Capitanía de Puerto ni el Ayuntamiento habían emitido un comunicado oficial al respecto. Vecinos han solicitado a las autoridades locales información detallada sobre horarios de pleamar y bajamar, así como señalización preventiva para evitar accidentes durante estos episodios extraordinarios.