En México la escasez de agua afecta a 35 millones de personas de manera desigual, también la escasez afecta a 104 de las 757 cuencas hidrográficas y a 114 acuíferos que están seriamente afectados, sobreexplotados y contaminados, asimismo, más de 80 % de los municipios han sufrido estrés hídrico y sequía.
Ante este panorama, el gobierno de Claudia Sheinbaum firmó el Plan Nacional Hídrico (2024-2030), en la que se da un valor al agua y lo reconoce como un derecho humano y con ello se busca aumentar la productividad agrícola e industrial y la distribución del líquido entre la población.
En este sentido, el investigador de la UNACH, Vicente Castro indicó que, toda acción en beneficio del agua o de cualquier otro elemento natural, es importante porque este elemento es la base de la vida, y garantizar la disponibilidad de agua para el uso y consumo humano, es de un carácter humanista del gobierno federal.
Acciones como estas en primer término tienen un impacto social al ponerlo en el contexto ciudadano pues es una ventaja, sin embargo, el gran compromiso del gobierno es que se dé seguimiento y se aplique, y en el cual, los estados firmantes deben tener mucha responsabilidad como lo tienen los municipios.
Afirmó que, desafortunadamente, estas políticas que tiene que ver con las situaciones ambientales, bajan lentamente en los municipios o no hay recursos suficientes para trabajar en ello, por eso, es fundamental que se dé la orden ejecutiva de cumplir ese acuerdo nacional que firmó la presidente Claudia Sheinbaum.