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La Elaboración del Mezcal Artesanal: Un Proceso Ancestral que Combina Saberes Tradicionales y un Profundo Respeto por la Tierra

En las vastas y místicas tierras de Oaxaca, cuna del mezcal, se encuentra un proceso ancestral que ha resistido el paso del tiempo y la modernidad: la elaboración del mezcal artesanal. Este destilado, conocido como el “espíritu de México”, es mucho más que una bebida; es un símbolo de identidad, tradición y profundo respeto por la tierra.

El proceso de elaboración del mezcal artesanal comienza con la plantación y cultivo del agave, una planta que requiere de 7 a 25 años para madurar, dependiendo de la variedad. Los maestros mezcaleros, guardianes de este conocimiento milenario, seleccionan cuidadosamente las piñas de agave, las cuales son cocidas en hornos de piedra cónicos, un método que ha perdurado.

Estos hornos subterráneos, llenos de leña y piedras volcánicas, son cubiertos con hojas de agave y tierra, permitiendo que las piñas se cocinen lentamente durante varios días. Este proceso de cocción otorga al mezcal su di

Una vez cocidas, las piñas de agave son trituradas en una tahona, una piedra de molino arrastrada por caballos o burros, que convierte las piñas en una pulpa fibrosa. Este método, que podría parecer rudimentario en la era de la industrialización, es esencial para preservar la autenticidad y calidad del mezcal artesanal.