En el corazón del estado de Oaxaca, el municipio de Ejutla de Crespo resplandece no solo por su rica historia y tradiciones, sino también por la vibrante expresión de su cultura a través de la música y la danza. Entre estas expresiones culturales, destaca con especial relevancia la Canción del Jarabe Ejuteco, un auténtico emblema de la identidad ejutleca.
La Canción del Jarabe Ejuteco es una composición musical que, a lo largo de los años, se ha convertido en el himno no oficial del municipio. Esta pieza es una mezcla perfecta de sonidos tradicionales y ritmos contagiosos que invitan al baile, reflejando la alegría y el espíritu festivo de los habitantes de Ejutla de Crespo.
El jarabe, como género musical y dancístico, tiene sus raíces en la época colonial y se desarrolló como una forma de resistencia cultural. En el caso específico del Jarabe Ejuteco, su origen se remonta a celebraciones locales, donde las comunidades utilizaban la música y la danza para expresar su identidad y cohesión social. Esta pieza no solo es interpretada en fiestas y eventos culturales, sino que también se ha transmitido de generación en generación, asegurando así la continuidad de una tradición que define a los ejutlecos.
La interpretación de la Canción del Jarabe Ejuteco va más allá de la música; es una experiencia multisensorial que incluye la vestimenta típica, los pasos de baile característicos y, sobre todo, la participación comunitaria. Las mujeres suelen vestir coloridos trajes tradicionales con bordados elaborados, mientras que los hombres lucen atuendos que reflejan la herencia mestiza. Los movimientos del baile, alegres y dinámicos, simbolizan la conexión con la tierra y la historia del pueblo.