En medio de una crisis hídrica que afecta a la región, la falta de proyectos y permisos ha llevado a los productores agrícolas de Chiapas a recurrir a la extracción clandestina de agua a través de pozos artesianos. En este contexto, solo el 2% de los pequeños productores cuentan con los permisos necesarios para operar pozos profundos, lo que agrava aún más la situación.
Jorge Arroyo, un productor de granos del Soconusco, reveló que muchos campesinos se ven obligados a utilizar agua extraída de manera ilegal para mantener sus cultivos, a pesar del riesgo de sanciones por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“Nos arriesgamos a extraer agua de manera clandestina o dejamos de ser competitivos y sacamos adelante a nuestras familias”.
Jorge Arroyo / Productor de granos en el Soconusco.
El impacto de esta crisis es evidente: en una hectárea de maíz que recibe riego técnico se pueden obtener hasta 8 toneladas, mientras que en una hectárea que depende exclusivamente de las condiciones climáticas apenas se cosechan 2 toneladas. Arroyo enfatizó que la falta de apoyo gubernamental y la veda para la perforación de pozos profundos han dejado a muchas extensiones de cultivo sin la tecnificación necesaria, haciéndolas vulnerables durante la temporada de sequía.
“No hay un programa de gobierno que nos apoye, no tenemos crédito, no tenemos permisos de Conagua, no tenemos proyectos para que nosotros podamos tener sistemas de riego, todo esto se requiere para que nosotros podamos tener una agricultura sustentable para alimentar al país”.
El productor solicitó a la Conagua que libere las concesiones para la extracción de agua, ya que esta restricción es un obstáculo para la modernización del sector agrícola. A pesar de que se ha demostrado la existencia de un nivel significativo de agua en la región, la solicitud no ha tenido avances.
La situación se torna aún más crítica al considerar que la veda para la extracción de agua contradice los planes de desarrollo económico que se esperan para el Soconusco. Sin un sector agrícola fortalecido y capaz de satisfacer las demandas de los inversionistas, el beneficio económico de la región podría verse comprometido, afectando a miles de familias que dependen de la agricultura para su subsistencia.