María Teresa Campos, ha dedicado más de 35 años a la defensa de los derechos de las mujeres disidentes sexuales, especialmente de las mujeres lesbianas. Su activismo comenzó a partir de experiencias personales de discriminación y violencia, lo que la llevó a luchar por el reconocimiento de derechos que históricamente han sido negados.
Desde entonces, su trayectoria ha estado marcada por la denuncia y la búsqueda de justicia para aquellas que, como ella, han sido invisibilizadas y vulneradas. Con el tiempo, se convirtió en una voz para quienes no podían alzar la suya, denunciando la violencia patriarcal que excluye y oprime a las mujeres que no encajan en los estándares tradicionales.
A lo largo de su activismo, ha señalado cómo el sistema discrimina a las mujeres en múltiples niveles: desde la falta de reconocimiento de sus derechos hasta la negación de apoyos económicos y sociales. A pesar de estos obstáculos, destaca la importancia de crear redes de apoyo entre mujeres, caminando juntas en la exigencia de justicia y equidad.
Con más de tres décadas de lucha, Teresa Campos se mantiene firme en su misión. Su trabajo ha trascendido lo individual y se ha convertido en un referente en la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ+ en Chiapas. Su historia es un testimonio de resistencia y un recordatorio de que la justicia solo se alcanza cuando quienes han sido silenciadas se convierten en protagonistas del cambio.