De viva voz nos cuenta Doña María Antonia, una comerciante de Tuxtla Gutiérrez, el esfuerzo y trabajo arduo que tuvo que realizar para sacar adelante a sus hijos, siendo ella madre soltera y obteniendo una humilde casa para poder habitar.
Doña María recuerda que cuando tenía escasos ocho años de edad, ella y también comenzó a trabajar como canastera y a sus 52 años se dice orgullosa de tener este trabajo digno que le ha brindado el sustento por años en Tuxtla Gutiérrez.
La condición en la que se encuentra la rodilla de Doña María a raíz del COVID, no la ha dejado en cama para poder salir a las calles y poder vender sus productos; aunque actualmente refiere, que ya no alcanza como antes los mismos ingresos.