Comienza la llamada temporada de arañas violinistas en México, que abarca de mayo a julio, y expertos alertan sobre los riesgos de su mordedura, especialmente durante las lluvias, cuando los machos salen en busca de hembras para reproducirse en sus telarañas. México alberga la mayor diversidad de esta especie a nivel mundial, con 40 de las 140 variedades registradas en todo el planeta.
Esta especie nocturna, de color café o gris con una mancha en forma de violín en el lomo, suele esconderse entre ropa, zapatos o camas. Su mordedura puede pasar desapercibida, pero horas después genera una llaga con bordes rosados y centro morado, además de síntomas como fiebre, náuseas o dificultad para respirar.
En caso de mordida, se recomienda no aplicar calor ni cremas con esteroides, lavar la zona con agua y jabón, colocar hielo, mantener elevada la extremidad afectada y acudir de inmediato al médico.
Los especialistas insisten en mantener los hogares limpios, sin acumulación de objetos o basura, para evitar que estos arácnidos se establezcan. Aunque no son agresivos, si se sienten amenazados, pueden atacar.