Un clásico que nunca falla. Tomar un vaso de agua tibia con limón al despertar ayuda a activar el sistema digestivo, hidratar el cuerpo y dar un pequeño boost de vitamina C. No es magia, pero se siente como tal.
30 minutos de movimiento diario (sin complicaciones)
No necesitas una suscripción de lujo ni volverte fitness de golpe. Caminar 30 minutos al día —en el parque, rumbo al súper o con tu playlist favorita— mejora la circulación, despeja la mente y te reconecta contigo. Bonus: si es bajo el sol, también recibes vitamina D.
Limpieza digital: menos notificaciones, más paz mental
Haz espacio también en tu teléfono. Elimina apps que no usas, da unfollow a cuentas que ya no te inspiran y activa el modo “no molestar” al menos una hora al día. Cuidar tu atención es el nuevo autocuidado.
Rutina de noche: prepárate para dormir mejor
Apaga pantallas 30 minutos antes de dormir, pon una playlist relajante o escribe tres cosas por las que estés agradecida. Dormir bien es el verdadero glow up.
Regla 80/20: come real, sin obsesiones
No se trata de hacer dietas extremas, sino de priorizar alimentos reales (frutas, verduras, semillas, proteína) el 80% del tiempo y disfrutar sin culpa el otro 20%. Tu cuerpo lo nota, tu energía también.
Agenda con intención: menos “tengo que”, más “quiero”
Antes de saturarte de compromisos, escribe en tu agenda lo que realmente quieres hacer. Una clase de yoga, un café contigo misma, leer ese libro que dejaste en pausa. Tu tiempo es sagrado.